Llevo una temporadita un poco especial, los relojes internos van como locos: El reloj biológico de la maternidad está totalmente parado y fuera de cobertura. El de las afecciones abandonado e intentando retomar la normalidad, el de lo social viento en popa, y el laboral/estudiantil como una moto, de aquí para allá.
No se si os pasa, pero de repente noto que empiezo a buscar estabilidad por todos lados, orden.. Económico, social, afectivo, y hay muchas cosas que por alguna razón no puedo controlar del todo. Así que me he dedicado la semana a investigar este fenómeno que nos toca a más de un@.
No sabía que existía, pero bien, después de realizar una investigación en foros y páginas de psicología he encontrado unos datos que nos pueden ayudar a entender estos síntomas que nos llegan cuando estamos en la subida de los treinta.
Si bien es cierto, es una edad perfecta para vivirlo todo , eres independiente económicamente para hacer las cosas que quieras, viajes, tomar decisiones importantes como: vivir sol@, tener un coche, soltar lo que quieras y a ver que pasa, irte de juerga y marcharte pronto por tu propia voluntad, etc.
Todo tiene que ver, con los ideales que nos hicimos de pequeños, cuando teníamos pensado que a esta edad ya tendríamos ciertos logros. Sobre todo vocacionales. Hay muchas personas que a los 30 o un poco antes tienen crisis sobre lo que están haciendo o lo que les gustaría hacer…Porque nos sentimos super jóvenes, pero lo cierto es que ya no somos unos adolescentes.
Un estudio de la Universidad de Greenwich (Londres), revela que mucho antes de cumplir los cincuenta sufrimos una crisis previa con similares síntomas: inseguridad, depresión, soledad… Ocurre alrededor de los 30 años, cuando los adultos sienten la “presión de triunfar antes de cumplir los 35”. Según el investigador, normalmente esta crisis atraviesa fases: primero el “adulto joven” se siente atrapado en sus opciones, siente un fuerte deseo de cambiar, decide dejar su trabajo o su relación sentimental y probar nuevas experiencias, y finalmente recupera el control y empieza una nueva vida más centrada en sus intereses y valores. Se dice que esta crisis es positiva y que el 80% de los sujetos, cuando mira hacia atrás, se alegra de las decisiones que tomó entre los 30 y los 35. (Me empiezo a alegrar)
De acuerdo con el estudio, el estrés en el trabajo, las relaciones de pareja y de amistad y las expectativas son los principales factores que desencadenan el conflicto interno. Además, Robinson concluye que los sujetos más vulnerables son adultos con educación superior, con fuertes deseos de tener éxito y con un concepto idealista con respecto a cómo debería ser su vida.
“Hombres y mujeres nos hacemos replanteos existenciales toda nuestra vida, pero quizás haya momentos cruciales donde tienen una intensidad mayor. Ahora, como algo muy reciente, aparece una crisis que se acerca a los 30, que surge cuando la persona siente que no ha cumplido con los ideales que se había trazado, ya sea en el trabajo o en los afectos”
A eso súmale las amigas y amigos que van consiguiendo pareja, hijos, mascotas.. trabajos en Asia, ascensos, etc.
“Se vive en una sociedad de consumo y, muchas veces, los ideales personales y el mundo afectivo entran en conflicto con esos paradigmas sociales. Entonces, quien no tiene éxito, tal como lo concibe la sociedad, siente un fracaso.
Tomando en cuenta estos datos, la crisis es algo positivo, porque significa que estamos tomando los giros necesarios en nuestra vida, para después de ella resurgir con más fuerza.
Así que si eres de los casi treintañeros, o estás en esta época, no te preocupes, antes de lo que te esperas saldrás con ideas más frescas , renovad@ y list@ para otra etapa nueva, mejor, y más madura.
¡Salud!
@gabbyrucci
