El tiempo corre deprisa, a veces pensamos que mucho.
Cuando creces, llegas a un bucle en el que no haces más que trabajar, comer, dormir.
¿Qué ha sido de aquellos días interminables de la adolescencia y de la niñez? ¿Cuando se acabaron todos esos rollos de la magia?
El otro día a la esposa de un amigo le dio un ictus, ella estaba estudiando para un examen final de la carrera. Ella tiene 28 años.
¿Ictus?
¡Por favor, pero si es una niña! ¿CÓMO TE COMES ESA NOTICIA? Finalmente por suerte se recupera bien. Después de un susto terrible para su esposo y familia. Te puedes morir, o quedar vegetal con un episodio de esos. Causado por un estrés y tensión.
Yo es que no había oído hablar de lo que es el estrés hasta hace relativamente pocos años.
Ser soñador es difícil, yo admiro a pocas personas, la verdad.
Cada una de las personas a las que admiro tienen la receta perfecta para triunfar:
- Mucho de inteligencia
- Pizca de valentía
- Gramos de ingenio
- y toneladas de perseverancia.
Hay otros claro, que son solo una montaña gigante de fardar y mentir. De inventarse su burbuja y que oye, a veces cuela y triunfan.
El otro día estaba pensando en que si vale o no la pena utilizar mis 24 horas en cientos de actividades. Eso de soñar ahora mismo sale muy caro.
Los multitareas deberíamos estar encasillados en alguna otra clasificación. Porque la verdad esto de no segmentar y hacerlo todo a la vez acabará con nosotros. Será nuestro fin como animal en peligro de extinción.
¿Pero en qué clase de biblia rara sale este apocalípsis? Y si a esto le sumaré algún día la maternidad pues ya apaga y vámonos.
Querido diario, esto no se parece nada a mis sueños de niña.
No veo por ningún lado la casa y el coche último modelo. No veo mis innumerables viajes y vestidor kilométrico. No te pienses que soy materialista, pero esta intranquila llegada de mis 30 me pisa la cola.
@gabbyrucci
